semillas para la huerta de invierno
Es curioso que la huerta de invierno no suele gustar mucho a la gente. Sí, lo sabemos: los días son más cortos, hay menos tiempo para trabajar en el exterior, hace más frío y, aparte de que la pereza nos puede muchas veces, también el crecimiento de las plantas se puede ver estancado por las bajas temperaturas. Pero todo esto se puede solucionar con una buena planificación, que al final, es la clave de todo.
En nuestra opinión, los sabores de la huerta de otoño e invierno son una auténtica delicia, y, después de acabar de tomates, pimientos y berenjenas hasta la saturación… recibir nuevos frutos con los que jugar en la cocina y deleitarnos compartiendo en familia nos apasiona. ¡Que viva la huerta de invierno!
Así que, para romper esas ideas preconcebidas de que el huerto de invierno no vale la pena, aquí te dejamos algunos buenos consejos que seguramente te animen a probar cosas diferentes este año, a ver qué te parece.
- En invierno se pueden sembrar mucha diversidad de leguminosas, y esto es un regalo para la tierra. Todas las plantas que desarrollan vainas (habas, guisantes, tirabeques, garbanzos, altramuces….) pertenecen a esta familia, y tienen la particularidad de asociarse, a través de sus raíces, con unas bacterias llamadas Rhizobium que son capaces de fijar el nitrógeno atmosférico y convertirlo a una forma asimilable para las plantas. ¿Y esto qué tiene de especial? Pues verás, resulta que el nitrógeno es un elemento imprescindible para el correcto crecimiento de todas las verduras, hortalizas, frutales, flores… De hecho, es uno de los principales componente de todos los fertilizantes. Por lo que, si de forma natural puedes incorporarlo al suelo, estarás mejorando la fertilidad de la huerta sin necesidad de introducir ningún producto externo. Maravilloso, ¿no te parece? ¡Y sin gastarte dinero! Que con los tiempos que corren, ahorrar siempre viene bien. Además, teniendo en cuenta que todas las plantas de verano son grandes consumidoras de nutrientes, hacer una rotación con leguminosas será uno de los mejores regalos que podrás hacerle a tu huerta.
- Es más, si eres de las personas que tiene claro que no quiere sembrar nada en invierno, comienza a hacer abono verde. Y por si no sabes lo que es el abono verde, te contamos una de las formas de hacerlo (pues hay técnicas diferentes en función de si quieres conseguir mejorar la vida en la tierra o la fertilidad). Pero al final, la idea es sembrar el terreno de leguminosas y dejar que crezcan hasta primavera (si, te olvidas de la huerta durante meses). Llegado el momento en que las plantas empiecen a desarrollar las flores y antes de que éstas se abran, corta las plantas desde la base, trituralas, déjalas secar en campo e incorpora al terreno. Esta es una técnica fantástica y natural para mimar el suelosi has decidido no sembrar durante la época invernal. Además, así además estarás protegiendo el suelo de la erosión y del clima más extremo. ¿no está mal verdad?
- Y bueno, como lo que queremos es animarte a cultivar, te recordamos que todo es más fácil cuando te organizas. Para evitar quedarte sin nada cuando llegue el frío intenso puedes sembrar temprano y hacer una huerta de otoño potente. Sembrar temprano quiere decir empezar con algunas variedades en agosto o septiembre. Sobre todo las raíces: nabos, rábanos, zanahorias, remolachas… Éstas se conservan almacenadas bajo tierra sin problema durante el invierno, ya que al estar cubiertas no sufren tanto de las heladas si ya tienen un buen tamaño. Se conservarán como si estuvieran guardadas en la nevera sin problema, y podrás consumirlas frescas cada vez que las necesites. La naturaleza es sabia, sólo hay que observarla y saber adaptarse a cada lugar.
- Algo que nunca falla es observar las huertas de alrededor, sobre todo de las personas mayores. Los ancianos y ancianas que nos rodean son una fuente de conocimientos impresionante, y cuanto más te pegues a ellos/as para aprender, ¡mejor! Nadie conocerá mejor los ciclos, trucos y momentos de siembra en tu terreno que estas personas. Además, estarás ayudando a que se promueva el relevo generacional de conocimientos tradicionales. Y esto es algo que ni en las mejores universidades te van a enseñar. Aprovecha que cada vez son menos… Los abuelos y abuelas se van a desvivir contándote todo lo que sepan en cuanto te ganes su confianza (porque primero hay que ganársela… y a veces puede costar un poquito). Quién sabe, a lo mejor, hasta hacéis intercambio de semillas tradicionales también y descubres nuevos tesoros semilleros que no conocías…
Pero vamos a lo que vamos. A continuación te dejamos las variedades que podemos ofrecerte esta temporada para la huerta de invierno. Esperamos que te gusten. ¡A disfrutar del tour!
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Quizás te interese curiosear un poquito más por estas secciones. Así, si encuentras algo que te enamore para sembrar en tu huerta, podrás aprovechar el mismo envío, y reducir la huella de carbono asociada. Oh yeah, seguirás poniendo tu granito de arena para que nuestro mundo esté un poquito mejor.