variedades de acelgas

Esta planta es una «todo terreno», y es que puede llegar a crecer en muchos sitios, de echo, es fácil encontrarla en los bordes de caminos cerquita de campos que tengan huertas, pues producen mucha cantidad de semillas que germinan con bastante facilidad.

 

Por eso resultan ideales para empezar a cultivar una huerta si no tienes muchos conocimientos, pues será difícil que falles con algo. Lo único que nos parece que vale la pena destacar, es que sí es sensible al pulgón de primavera, sobre todo cuando se empieza a subir para producir semillas. Así que en ese momento mejor realizar un trabajo de prevención, o directamente cortar el tallo floral que es donde los bichitos van a ir a acumularse. 

 

También los caracoles demuestran adoración por sus hojas… puedes sembrar cerca caléndula, es una planta estratega que puede ayudarte a controlarlos un poquito.

 

Pero no me adelanto, vamos a ver algunas de las particularidades de este cultivo:

  • ¿Cuándo es el mejor momento para sembrar la acelga? Pues todo dependerá de dónde vivas. Debes tener en cuenta que si los inviernos son muy fríos en tu huerta la planta parará su crecimiento y tardará bastante en llegar al tamaño suficiente para poder consumirla. Por el contrario, si los veranos son muy calurosos, la acelga se subirá a producir semillas antes de llegar a generar hojas buenas para comer y con sabor agradable al gusto. Por lo tanto, lo ideal es sembrar desde semillas saliendo de esos periodos más extremos, para cosecharla y consumirla en el entretiempo, es decir, en otoño y primavera.
  • ¿Cómo regar las acelgas? Aquí prima el sentido común: no deben pasar mucha sed, sobre todo si los días son calurosos. Pero tampoco se puede mantener encharcado el suelo. La acelga tiene unas raíces bastante profundas y largas, de ahí que luego la veas crecer por todas partes, será capaz de buscarse las castañas para conseguir agua. Pero eso no significa que haya que hacerla sufrir en vano… Si hace calor y el suelo está muy seco, la acelga entenderá que ha llegado el momento de sacar las semillas, y la perderás. O, al contrario, si la riegas en exceso, provocarás la aparición de hongos que acabarán matándola. Así que la observación del terreno y la planta serán las pistas que te guíen.
  • ¿Qué tipo de suelo necesitan las acelgas? Pues aunque ya has leído que pueden crecer en cualquier parte, siempre se van a desarrollar mejor en suelos profundos, blanditos y fértiles. Así que lo ideal es prepares el terreno con amor, como con el resto de plantas de la huerta.
  • ¿Siembra directa o semillero? En muchos sitios verás que te recomiendan ponerlas en semillero, pero, por nuestra experiencia te vamos a sugerir lo contrario, que hagas siembra directa en la huerta, eso sí, preparando el terreno con mimo y asegurándote que en ningún momento se quede el terreno duro por encima de las semillas, para que las plantitas puedan crecer y salir a superficie sin problema. Y recomendamos esto porque, aunque la raíz de esta planta es fuerte cuando es adulta, no es así al nacer, suele ser delicada y no tolera del todo bien el trasplante, por lo que, para evitar pérdidas innecesarias, mejor hacerlo directamente en el espacio de huerta que les hayas preparado.
  • ¿Cómo plantarlas? Para las variedades que te ofrecemos lo ideal es un marco de plantación de unos 50 cm entre plantas y 40 cm entre líneas de siembra, pues son acelgas de porte grande y crecerán bastante si el terreno es fértil.
  • ¿Cuándo están listas las acelgas para consumir? Debes saber que cuanto más grande sea la hoja, más amargo será el sabor, por lo que si quieres conseguir un sabor más suave, mejor cosecha las hojas medianas o pequeñas. También puedes usar las más chiquititas y tiernas (las hojas baby) para comer crudas en ensalada, son una delicia.

tipos de acelgas

Es cierto que el color de las acelgas influye ligeramente en su sabor, y para guiarte en la elección te damos algunas directrices: las acelgas de penca roja tienen un gusto un poquito más intenso y una textura algo más rígida que las blancas de toda la vida, aunque son realmente exquisitas, y dan muchísimo color a cualquier plato que prepares. 

 

Siempre puedes sembrar las dos variedades, pero OJO, porque si quieres obtener semillas, es fácil que se hibriden, y las próximas generaciones salgan «arco iris», que también está guay, pero ya no serán la misma variedad.

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